Arashiyama

Bueno, ahora si voy a escribir un poquito para explicarles este hermoso lugar. Se llama Arashiyama, está muy cerca de Kyoto, como a 1 hora en tren (rápido, por qué en el local como yo lo tomé por equivocación toma 1 hora 30 min. -_- )

Yo no había visitado este lugar, pero mi mamá si y quería que yo fuera a conocerlo. El atractivo principal es un bosque de bambú...


El bosque te lleva por varios caminos donde encuentras templos y vendedores ambulantes, como el señor de las postales. Mientras platicaba con mi mamá de cuál nos gustaba más, el personaje voltea y nos pregunta EN ESPAÑOL ¿hablan español? y nosotras así O_O siiii somos de México, le respondimos y el nos dijo, ohh yo viví en España durante varios años. Posiblemente para ustedes sea algo un poco zonzo, pero encontrar un japonés que sepa español es como encontrar oro debajo de tu almohada. 




Seguimos el camino del bambú que nos llevó a un cementerio, "aquí si se descansa en paz" dijo mi mamá. Al salir de esta zona una japonesa nos regañó por que los turistas no deberían entrar (jeje) 




Antes de ir a esta ciudad investigué que otros atractivos había, y me encontré con la sorpresa de que hay un parque de macacos, normalmente no me gusta visitar zoologicos o acuarios por que siento feo ver a los animales encerrados, pero este parque es diferente, ellos están en libertad en una montaña, así que apuré a mi mamá y nos dirigimos al parque... gracias al universo por el GPS. Cabe mencionar que para llegar de un lado a otro caminamos como 40 minutos en un intenso calor de 30 grados y con el sol en nuestras caras, pero disfrutando de una belleza impresionante. 

Por fin llegamos a la entrada del parque y leo un letrero en ingles que dice: "A partir de aquí, 20 minutos caminando de subida" ... ¿puedes? le pregunté a mi mamá, y dijo "ya estamos aquí ni modo que no suba". Fueron los 20 minutos más largos de mi vida, realmente fueron como 30 o 35... una subida impresionante que sentías que no acababa, en cada tramo había una banquita donde te podías sentar, hasta había ventiladores que rociaban agua. Por fin se le veía fin a la subida y a lo lejos vi algo que se movió en un árbol... que emoción, era un macaco brincando de un árbol a otro, se me olvidó el sudor, se me olvidó que mis pies dolían y empecé a caminar mucho más rápido, subí unas escaleras mal hechas con tronquitos y esto fue lo primero que vi.


Amor macaco

Ya por fin arriba los macacos caminan entre la gente como si nada pasara, eso si, antes de pagar la entrada, te dan varias reglas: 1. No mires a los macacos a los ojos 2. no les des de comer fuera de la reja de comida 3. No te acerques a mas de 2 metros.... la última regla se rompe fácil y no por que uno quiera romperla, si no por que ellos literal pasan entre tus piernas. 




Y entonces te encuentras con una cabañita donde no entran los monos, entran los turistas, compran una bolsita de cacahuates o manzanas por 23 pesos y a través de la reja les das de comer. Entonces ellos por fuera se cuelgan y aceptan los regalos que les dan. Es importante y justo decir que tengo una suerte con los animales salvajes impresionante, en Nara un venado me mordió una lonja y esta vez un mono me jaló el dedo bien fuerte. 










Después de varias horas de estar en el parque, decidimos emprender la bajada para irnos de la ciudad ya que teníamos que tomar el Shikansen (tren bala) para Tokyo. Pero no podía irme de la ciudad sin antes tomar otras fotitos de la belleza natural. 





Comentarios

  1. jajajaaja siento que escribo muy feito :p igual como hablo jajajaja Gracias Bertuchis, te quiero!

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